martes, 13 de julio de 2010

Cogito, ergo sum.

Pienso, y siento que no te dí todo lo que me hubiese gustado darte. Que tampoco te mostré todo, como me prometí hacer. Tiempo al tiempo. Siempre tiempo al tiempo hasta que el tiempo termina por alejarse de nosotros. Tampoco tú me diste la oportunidad de dártelo todo. Me obligaste a quedarme algo para mí. Sabías el final del cuento. Siempre sabías como continuaría la historia. Creo que es por eso que me sentí perdida cuando desapareciste, porque no había un guión aparente en mi vida. Ya estaba demasiado acostumbrada a entregarme a ti. Ahora he aprendido a crear mi propio guión, pero no por ello te hecho menos en falta. Nuestras conversaciones de horas y horas. Por suerte o por desgracia, el tiempo aplaca todo aquello que estuvo vivo. Y lo estuvo. Vaya que si lo estuvo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario