domingo, 30 de mayo de 2010

Introducción: Primer contacto con mi mente

Me lo tomo con calma. Lo sé. Pero aquí estoy, escribiendo… Y sobretodo pensando. Pienso en muchas cosas a la vez, demasiadas. Todo tiene algo de interesante y se me mezclan continuamente todo tipo de pensamientos, desde el rumbo que esta tomando mi vida hasta esa pequeña mosca que gira en círculos sin cesar durante todo el día para desaparecer de noche. De hecho, siempre me ha costado mucho seguir una sola línea de conversación. Hay quién lo ve como un problema pero, aunque ciertamente a veces complica algunas cosas, a mi me gusta poder irme por las ramas. Aun así, intentaré ser más concreta a la hora de escribir, pues si a alguien le da por echar un vistazo a esto no quiero que se pierda como hago yo cuando me pongo a pensar.

Llevo todo el día con una idea rondando en mi cabeza. Más que una idea, es una sensación. Es una sensación de inconformidad, conmigo y con el mundo.

Es como si nada de lo que pienso fuese suficiente, nunca nada acaba de llenarme, siempre hay algo que podría hacer mejor pero no se como. Igual que el mundo, la sociedad… Hay quien piensa que soy punk. Otros dicen que soy hippie. Realmente, nadie está equivocado, pero nadie dice la verdad. Depende. Siempre depende. Depende del día, y de mi estado de ánimo. Depende de la música que esté escuchando, y de con quien me haya encontrado. Pero si, hay días en que podría decir perfectamente que soy toda una punki, que quiero romper con todo, que me siento ahogada y quiero golpear a quien sea que me esta asfixiando. Y otros días que pienso que la vida son dos días y que hay que pasarlos contento. Hoy soy una mezcla de esas dos formas de ver el mundo.

"Hoy soy".

¿Se puede cambiar lo que se es?

No lo sé, pero ya lo descubriré otro día, hoy tengo que ponerme a estudiar los atomos... Por algo se empieza, ¿no?



Nurag

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